La Peña del Águila empezó su actividad a principio de los años setenta, gracias al esfuerzo y generosidad de Don Joaquín Natera y Doña Carmen Benito.
Ellos vieron la necesidad de promover un centro de estas características para el desarrollo de las actividades de formación humana y espiritual promovidas por la Prelatura del Opus Dei para todo tipo de personas.
Desde entonces hasta hoy, seguimos adelante con la colaboración y el apoyo de quienes han disfrutado y disfrutan de las actividades que aquí se desarrollan.